P
edro, Tomás, Natanael, Jacobo, Juan y otros dos, consternados por los eventos alrededor de la muerte y resurrección de Jesús, regresaron a las labores de su profesión como pescadores en el Mar de Galilea. Una noche se embarcaron para pescar pero no pescaron nada, ni siquiera el proverbial resfriado.Regresaban ya al amanecer, cansados, desanimados y hambrientos, cuando un hombre les gritó desde la orilla: “¿pescaron algo?” Ellos le respondieron que habían pasado toda la noche sin mucho éxito, a lo cual el hombre les dijo:
Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo.
Juan 21:6a
Así lo hicieron y los peces eran tantos que les tocó arrastrar las redes repletas hasta la orilla. Pedro se dio cuenta de que era Jesús y no se pudo esperar. Saltó de la barca y nadó hacia Él, con seguridad recordando que cuando lo llamó le prometió hacerlo pescador de hombres.
Moraleja: Las redes de hoy no son de fibra de linaza sino de fibra óptica pero aún hay una forma derecha de echar la red. Sigue la voz de Jesús para obtener resultados milagrosos.
Las redes sociales le presentan al cristiano de hoy oportunidades únicas, sin precedentes en la historia, para ejercitar su llamado. Entonces debe hacerse la pregunta, ¿cómo puedo mejorar mi ministerio en las redes sociales? Quiero sugerirte 3 consejos prácticos.
1. Enfócate
No estés en las redes sociales si no tienes un propósito claro en tu mente. Necesitas enfocarte. Esto significa que debes definir lo que quieres lograr o responder a la pregunta ¿qué resultado tangible quiero ver?
Escríbelo y revísalo con frecuencia. Necesitas ser muy intencionado y consecuente. Algunos propósitos que puedes enfocar son:
- Evangelizar. Recuerda que todo habla, hasta las cosas personales que decides compartir pueden tener un gran impacto acumulativo,
- Educar o instruir. Puedes compartir información valiosa de otros o crear contenido nuevo y relevante, escrito o audiovisual,
- Establecer relaciones personales. Las redes son sociales porque te permiten la comunicación con otras personas. No pierdas esto de vista.
- Escuchar los problemas de la gente. Puedes tener un oído pastoral y ofrecer asistencia en medio de la necesidad. Enfoque a la Familia, por ejemplo, tiene un ministerio dedicado a esto. Puedes leer más en el artículo: ¿Cómo uso las redes sociales para transformar mi comunidad?
Puedes utilizar las redes sociales de forma cerrada o abierta, es decir, entre tu círculo cercano de amistades o familiares, o con un alcance más amplio, abierto a quien quiera seguirte. Esto también debes definir como parte del enfoque.
2. Equípate
Las redes sociales son un mundo en sí mismas al punto de que se ha creado una rama profesional alrededor de ellas. Entenderlas te tomará tiempo y entrenamiento.
Comienza por hacer estas tres cosas para equiparte:
- Entiende a tu audiencia. La mejor manera de saber qué tipo de cosas tus seguidores quieren de ti es preguntándoles. Participa de las conversaciones existentes e invita nuevas conversaciones. Si entiendes a tu audiencia podrás ser más efectivo al comunicarte con ella.
- Escoge trabajar en equipo. Sí, es cierto que puedes llevar las redes sociales tú solo, pero aun así, puedes reclutar embajadores voluntarios que gusten, comenten y compartan tu información con regularidad. Si quieres representar tu ministerio, piensa en reclutar gerentes de redes sociales o gerentes de comunidad que te ayuden.
- Entrénate en las aplicaciones. Sé paciente. Cada aplicación tiene sus propios detalles, comienza por las cosas sencillas y progresa en conocimiento, desde tu primer posteo hasta las funciones analíticas avanzadas.
Pedro llevó ayudantes y redes en la barca: estaba equipado para la pesca. Cuando le habló a los que celebraban Pentecostés, el Espíritu Santo le había capacitado para ello. Tu puedes conocer a tus seguidores, interactuar con tus embajadores y usar las aplicaciones, todo desde tu móvil, con la dirección del Espíritu.
3. Enlázate
Cuando Jesús conoció a Jacobo y Juan, los encontró remendando las redes (Mateo 4:21). Haciendo nudos y juntando los lazos que estaban rotos para que no hubiese hoyos por donde se pudiesen escapar los peces. Debes responder la pregunta: ¿tengo hoyos en mi estrategia de redes sociales?
Algunos hoyos comunes que he visto y que debes enmendar son:
- Vocabulario soez. Usa las redes para edificar, construir o elevar – honrar – a los demás. “Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33 RVR60).
- Mala ortografía. Soy un amante del buen vocabulario. Te aconsejo dos cosas:
- Asegúrate de que lo que escribes está bien escrito. Usa el Diccionario de la Real Academia en línea cuando tengas dudas (rae.es).
- No andes de policía ortográfico de manera pública. Abre un chat privado, pídele permiso a la persona que lo escribió para darle una sugerencia y señala el error para que lo corrija. Por lo general, la gente te lo agradece.
- Mal testimonio. Todos tenemos nuestra opinión respecto a temas controversiales. Está bien si quieres ser firme en tu opinión de las cosas, pero no uses las redes sociales para atacar a la gente o hacerles sentir culpables por su opinión contraria. Esto, más que exponerle a ellos, da mal testimonio de ti.
- Inconsistencia. No seas inconsistente con tu enfoque y no seas inconsistente con la frecuencia de tus publicaciones, pero sobre todo, no seas inconsistente con tu mensaje. Hace poco vi un selfie (autofotografía) un poco sugestivo con un verso bíblico. Esa clase de nudos hay que enmendarlos.
- Hazle honor al medio que usas. Cada red tiene características, propósitos y audiencia diferente. Toma esto en cuenta al interactuar con ellas.
Como Pedro, necesitamos buscar la dirección de Jesús, saltar de la comodidad de nuestras barcas y recordar que nos llamó a ser pescadores de hombres.
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