4 desafios de la tecnologia en el ministerio

4 desafios de la tecnologia en el ministerio

E

l pastor de cierta iglesia me dijo emocionado: “Por fin entramos en eso de la tecnología.” Con su tono de voz parecía que buscaba mi aprobación. Sorprendido, le pregunté a qué se refería y me respondió: “Estamos comprando un proyector.”

Tres meses después de la instalación, inquirí: “¿Qué ha pasado que aún no utilizamos el proyector?” Se encogió de hombros y contestó: “Es que no tenemos quien sepa manejarlo.”

Esta historia es más común de lo que pensamos. Hay quienes dicen que las actitudes negativas hacia la tecnología, sus altos costos, o la falta de estrategias, son los mayores retos que enfrentamos. En la realidad todo se reduce a la ignorancia.

Todo desafío se puede superar con el conocimiento adecuado.

Es por eso que necesitamos conocer los cuatro desafíos de la tecnología en el ministerio y cómo enfrentarlos. Sólo así podremos guiar a nuestras organizaciones en un proceso de aprendizaje que preceda la toma de decisiones de tecnología. Abordar estos cuatro desafíos es requisito previo a la compra de cualquier “proyector.”

En este artículo quiero plantearlos y mostrar lo importante que es tener una respuesta sistemática para cada uno de ellos. En entregas subsecuentes trataré con cada uno en detalle, y ofreceré soluciones prácticas que sirvan como herramientas de ministerio y de evaluación.

Desafío teológico

Estamos al borde de un vacío abismal. Me sorprende cómo en medio de una de las revoluciones tecnológicas más grandes de la historia, los pensadores y líderes cristianos no nos hayamos dado a la tarea de estudiar las escrituras en profundidad con un lente tecnológico. Mientras más estudio el tema, más me doy cuenta de nuestro estado precario y del tamaño de esta labor.

Una teología bíblica de la tecnología responde a la pregunta: “¿Por qué?” Mi compromiso es el de dedicarme a explorar el tema a cabalidad mediante la investigación, la publicación de artículos, libros y recursos, y mediante conferencias que estimulen el diálogo. [Lée más sobre el desafío teológico]

Desafío cultural

Estamos un poco más familiarizados con las tensiones culturales que el ministerio tiene que enfrentar. La Iglesia de todas las épocas desde su nacimiento ha tenido que responder a la pregunta: “¿Necesito cambiar mi cultura para ser cristiano?”

La respuesta es sí. Y no. La fe cristiana, por un lado, es contracultura. Su mensaje distintivo de salvación por medio de la fe en un Salvador único establece un sistema de valores más elevado que el de la cultura. Por otro lado, la fe cristiana se arraiga y adquiere expresiones distintas dependiendo del trasfondo cultural de los creyentes.

Un entendimiento de la cultura responde a la pregunta: “¿Para qué?” De manera que no necesitamos ser judíos para creer en un Salvador judío pero sí para alcanzar a los judíos. Lo que sí necesitamos es un marco de referencia cultural para entender la tecnología ministerial. [Lée más sobre el desafío cultural]

Desafío estratégico

Con frecuencia converso con pastores y líderes que me expresan: “No tengo una visión escrita, pero si tengo visión.” Pero un líder sin una visión escrita no tiene una. Tampoco sigue el mandato de Dios cuando dijo: “Escribe la visión” (Habacuc 2:2).

Una estrategia no es estrategia hasta que no se escribe – y se comunica – incluyendo la visión, la misión y las metas respectivas. El problema, sin embargo, va más allá. Es muy probable que aún quienes tengan un plan estratégico por escrito, no hayan desarrollado un plan estratégico de tecnología para la misión.

Un plan estratégico de tecnología responde a la pregunta: “¿Cómo?” Dicho plan nos ayudará a alcanzar las metas misionales. [Lée más sobre el desafío estratégico]

Desafío de madurez

La madurez se define como el estado de plenitud vital. En otras palabras, el punto de vida en el cual hay máxima fructificación. Muchos ministerios no tienen un mapa de madurez que les dé una perspectiva a mediano y largo plazo en sus iniciativas.

Un mapa de madurez responde a la pregunta: “¿Cuándo?” El Mapa Personalizado de Madurez™ es un modelo que todo ministerio puede seguir para que la tecnología que empleen alcance su máxima capacidad de dar fruto. [Lée más sobre el desafío de madurez]

Si podemos responder con acierto a estos cuatro desafíos estaremos en mejor capacidad para dirigir nuestros proyectos tecnológicos y garantizar que cumplan con todo aquello para lo cual se encomiendan.

Y tú, ¿cuáles son algunos de los desafíos enfrentas al usar la tecnología en el ministerio? ¿Cómo respondes a estos 4 desafíos?

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Vladimir Lugo

Tecnología que libera el poder de tu misión.

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6 thoughts on "4 desafios de la tecnologia en el ministerio"

  1. […] En ninguna otra área es tan evidente el desafío cultural de la iglesia como en la adoración, ya veremos por qué. También es cierto al hablar de tecnología. El desafío cultural es el segundo de los Cuatro desafíos de la tecnología en el ministerio. […]

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  2. […] Tener una estrategia es fundamental para ganar. El desafío estratégico es el tercero de los Cuatro desafíos de la tecnología en el ministerio. Una estrategia establece un lenguaje común; una narrativa clara que nos ayuda a comunicarnos. Una […]

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  3. […] desafío teológico es el primero de los Cuatro desafíos de la tecnología en el ministerio, porque una teología adecuada establece el fundamento para responder a los demás desafíos y […]

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  4. […] ministeriales. Estamos obligados a crecer. El desafío de la madurez es el cuarto de los Cuatro desafíos de la tecnología en el ministerio. Este es el desafío de la […]

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  5. Amado hermano, ¡excelente! Hasta que por fin encuentro a alguien que «habla nuestro idioma.» Sin ánimo de descalificar a nadie, ni mucho menos de menospreciar el trabajo de los hombres y mujeres de Dios de nuestros tiempos, creo que es tiempo de una «Nueva Reforma.» Los métodos deben cambiar y los principios permanecer. Las organizaciones cristianas requerimos adecuar nuestras estrategias a los tiempos y las generaciones. Es un gozo ver tu labor madurar, consolidarse y extenderse. Estaremos respaldando tu buena labor. ¡Un abrazo!

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    1. Emilio, gracias por tu comentario. Nosotros estamos llamados, es más, me atrevería a decir, obligados, a pasar la batuta a la próxima generación. Sin embargo, seguimos haciendo ministerio con mentalidad de la generación anterior, de nuestros abuelos o bisabuelos. Es nuestra responsabilidad imaginar y elaborar la realidad de nuestras iglesias con miras al futuro. Seguimos trabajando juntos.

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