E
l rey judío Ezequías se encontraba acosado y acorralado por el rey asirio Senaquerib. Ezequías pensó que pagando impuestos altísimos y apostando su ejército para defender la ciudad estaría a salvo. Pero Senaquerib le advierte que de todas maneras atacaría, diciéndole:¿En qué se basa tu confianza? Tú dices que tienes estrategia y fuerza militar, pero éstas no son más que palabras sin fundamento. ¿En quién confías, que te rebelas contra mí?
2 Reyes 18:19-20 NVI
Senaquerib sabía que Ezequiel no tenía una estrategia sólida para hacerle frente. Tener una estrategia es fundamental para ganar. El desafío estratégico es el tercero de los 4 desafíos de la tecnología en el ministerio. Una estrategia establece un lenguaje común; una narrativa clara que nos ayuda a comunicarnos. Una estrategia integrada y consistente debe incluir lo tecnológico para facilitar la efectividad ministerial.
Este es el desafío estratégico:
Necesitamos aparatar la comisión para poder comisionar el aparato.
Carácter espiritual del plan estratégico
En mi limitada experiencia ministerial, he notado que muchos ministerios se resisten a desarrollar un plan estratégico. La estrategia no sólo es bíblica, sino que puede ser revelación; o sea, hay estrategias que vienen de Dios. Pueden ser inspiradas por el Espíritu Santo y recibidas en oración.
La Biblia dice que Ezequías consultó al Señor (2 Reyes 19:1) y Él le dio una estrategia que culminó con la retirada del ejército y el asesinato de Senaquerib de manos de sus propios hijos.
Toda estrategia ministerial debe ser cubierta en oración. Esto incluye todo componente de tecnología del plan estratégico. Sin embargo, eso no significa que suframos de parálisis por oración. Podemos planear nuestro camino y encomendárselo al Señor (Salmos 37:5).
Componentes del plan estratégico
Lo primero que hace una estrategia es definir qué significa ganar; cómo vamos a reconocer la victoria cuando llegue. Por esa razón, un plan estratégico tiene los siguientes componentes:
- Visión: La visión es visual, valga la redundancia. Piensa en una fotografía del futuro. Una narrativa detallada del lugar a dónde quisiéramos llegar. No expresa nuestro estado actual sino nuestras aspiraciones. No necesita ser tan corta. Está bien si tu visión consiste de un par de páginas descriptivas.
- Misión: La misión es el desempeño de una labor. Piensa en un mapa del presente. Un manual que describe aquello que deberíamos estar haciendo. Si la visión es el destino, la misión es la ruta. La misión es una declaración corta, fácil de recordar.
- Valores: Los valores son los principios irrefutables del ejercicio de tu misión. Piensa en los rieles de un ferrocarril; puedes tomar distintas rutas, y puedes acelerar o desacelerar, pero nunca fuera de los rieles. Describe 3 a 5 valores fundamentales, nunca más de 7. Usa un acrónimo para que los recuerdes con facilidad.
- Estrategias: La estrategia es dirección. Piensa en el medio de transporte. Varias estrategias servirán a la misión, pero debes ser preciso sobre cuáles estrategias vas a usar tú. Es decir, puedes ir en burro o en avión, pero necesitas decidir ya, como parte de tu plan.
- Metas: Las metas son acción. Piensa en marcadores de camino. Una vez decidas la visión, la misión y las estrategias, estableces metas para cada estrategia que sean claras, alcanzables y medibles. El propósito de las metas es actuar de acuerdo al plan. Las metas te ayudan también a evaluar tu progreso para darte cuenta cuando llegues a tu destino.
Misión del plan estratégico
La misión de la iglesia fue fijada por Jesucristo y se conoce como la Gran Comisión. Aún así debe hallar expresarse en el contexto de tu ministerio. Me gusta definir la misión de la siguiente manera:
La misión de la iglesia consiste de cinco funciones esenciales; cinco verbos que invitan a la acción: adorar, aprender, alcanzar, ayudar y administrar.
La tecnología se alinea al plan estratégico a este nivel de la misión. Una misión alineada estratégicamente te permitirá alcanzar tu visión. Tu visión puede tener elementos de tecnología, pero el carácter práctico de la misión la convierte en el componente estratégico ideal para planificar tus iniciativas tecnológicas.
Hay tecnologías disponibles para apoyar cada una de las cinco funciones esenciales de la misión. En tu plan estratégico, debes entonces definir las siguientes estrategias de tecnologías ministeriales:
- Tecnologías para adorar
- Tecnologías para aprender
- Tecnologías para alcanzar
- Tecnologías para ayudar, y
- Tecnologías para acompañar
La Matriz de Tecnologías Ministeriales™ es mi respuesta al desafío tecnológico. Inserta las estrategias de tecnología en el marco de misión de la planificación estratégica.
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