6 leyes de la tecnología que la iglesia debe conocer

6 leyes de la tecnología que la iglesia debe conocer

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elvin Kranzberg fue un historiador norteamericano y profesor del Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech), quien sirvió durante la segunda guerra mundial como interrogador bajo la dirección del general Patton y ayudó a ubicar múltiples centros de armamento nazi.

Para Kranzberg, revisar la historia de la tecnología era fundamental. La historia de la tecnología no sólo nos ayuda discernir los tiempos de guerra y postguerra, sino a analizar el impacto que la tecnología tiene sobre toda la cultura.

Lo que ahora existe, ya existía; y lo que ha de existir, existe ya. Dios hace que la historia se repita.

Eclesiastés 3:15

Así es, la egocéntrica historia tiene un hábito desordenado de repetirse a sí misma. Por eso la iglesia que quiere utilizar la tecnología en su ministerio debe conocer la historia de la tecnología en el ministerio, y, de acuerdo con Kranzberg, seguir las lecciones de dicha historia, condensada en sus 6 leyes de la tecnología que la iglesia debe conocer.

LEY #1: La tecnología no es ni buena ni mala, ni neutra

En muchas ocasiones la iglesia ha demonizado la tecnología, tildándola de maléfica y engañosa. En otras, le ha otorgado poderes sobrenaturales de los cuales carece. ¿Cuál es el balance? Lo encontramos en la primera ley.

La tecnología es amoral. Es decir, ni buena ni mala, sino que depende del uso que se le dé. No tiene cualidades intrínsecas de maldad o de bondad. Sin embargo, no es neutra tampoco, porque no es inerte ni pasa desapercibida. Siempre causa un efecto. Siempre tiene injerencia en los resultados.

La tecnología en la iglesia puede producir resultados muy beneficiosos, o desencadenar situaciones muy perjudiciales. Todo depende del definir propósitos claros y mantener los ojos abiertos para evaluarla y corregir el curso de ser necesario.

LEY #2: La inventiva es la madre de la necesidad

La frase más conocida y apreciada entre tecnólogos: “La necesidad es la madre de la inventiva,” fue formulada por Hugo, monje del monasterio de San Víctor, durante la edad media.

Kranzberg revierte la frase para indicar que toda tecnología crea sus propias necesidades y requiere una constante aplicación de tecnologías auxiliares a esta.

Cuando apliques tecnología en la iglesia, piensa qué otras tecnologías son necesarias para que todo el sistema sea funcional. Por ejemplo, los micrófonos necesitan parales, cables, consola, y electricidad; si no, no sirven.

LEY #3: La tecnología viene en paquetes grandes y pequeños

La tercera ley de la tecnología es una consecuencia directa de la segunda. Si piensas sistémicamente, pronto descubrirás que la tecnología requiere de otras tecnologías, pequeñas (baterías), y grandes (red eléctrica), para funcionar.

Esta es la ley de la interdependencia e interacción. Cada elemento tecnológico depende de otros y necesita interactuar con ellos para cumplir sus labores. Esta es tremenda metáfora para el funcionamiento de la iglesia misma.

No implementes tecnología en la iglesia sin considerar el sistema completo, incluyendo los costos totales de propiedad y mantenimiento. ¡Ay, si la iglesia aprendiera a ser interdependiente e interactiva!

LEY #4: Los factores no técnicos preceden a las decisiones políticas

Toda tecnología debe considerar el marco político donde se desenvuelve. De hecho, considero que las políticas que regulan y reglamentan la tecnología conforman uno de los cinco pilares de su definición.

Esta ley significa que, no se toman decisiones regulatorias en base a las capacidades técnicas, sino a factores de mayor envergadura que causan mayor impresión en la gente.

Para la iglesia, esta ley es fundamental, pues la misión de la iglesia debe guiar la toma de decisiones en cuanto a la tecnología, y no al revés. La tecnología no define la misión, sino que la misión define la tecnología.

LEY #5: La historia es relevante, pero la historia de la tecnología aún más

Esta es la ley del impacto. Para Kranzberg, Nada ha transformado y redirigido el curso de la historia como la tecnología.

Una tecnología anterior desencadena una serie de eventos, que impulsan la creación de nuevas tecnologías, que desencadenan nuevos eventos. Allí el ciclo. Por eso, estudiar la historia de la tecnología es crucial para entender su dirección y los cambios culturales que pretende.

La iglesia no puede desligarse del curso de la tecnología si pretende mantenerse relevante en el curso de la cultura. Ha habido épocas en la historia cuando la iglesia estuvo incluso a la vanguardia de este ciclo. ¿Será posible retomar esa posición?

LEY #6: La tecnología es una actividad humana, y su historia también

Acostumbro a decir: “La tecnología es por las personas y para las personas.” Es decir, es creada por los seres humanos para los seres humanos.

El beneficio o perjuicio de la tecnología depende de nosotros los seres humanos. La continuidad o ruptura de la tecnología con su historia, también depende de nosotros los seres humanos. Significa que tenemos participación, voz y voto, en el uso de la tecnología en lo personal, en la familia, en la iglesia, y en la sociedad.

Es indispensable que la iglesia de hoy participe en el discurso de la tecnología. En su uso, aplicación, y resultados; pero también en su innovación, regulación, y transformación.

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Y tú, ¿conocías las 6 leyes de la tecnología? ¿Aplicas algunas de estas 6 leyes de la tecnología en tu iglesia o ministerio?

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Vladimir Lugo

Tecnología que libera el poder de tu misión.

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